Hoy
Hoy me acuerdo de ti,
mis ojos instantáneamente
una lagrima derraman,
mientras que de mi boca brota un lamento
que comparte un suspiro.
¿Cómo
afrontar los sentimientos que tu ausencia me hace dar?
Aunque mi rostro sea como un roble
y mi alma parezca de piedra,
por dentro soy frágil y quebrantable.
Aun mi corazón y pensamiento se
congelan
del frío de aquella noche
tan helada y fatídica
en donde se esfumo tu presencia.
Solo queda el naufragio en recuerdos,
los suspiros en el viento,
las pesquisas de tus secretos
y los legados de conocimiento.
No olvidare los gritos de mi corazón
al que una herida le nació,
ni tampoco el desbordamiento
de mis ojos en agrias y saladas gotas
de agua.
¡No olvidare que…!
Aun el eco de la última lágrima derramada,
perdura en el tiempo y espacio,
porque tu alma nunca sabrá qué es el olvido
y
tu huella perdurara
en
mi corazón pálido y frígido.
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